Adopción de YARA

A LA ESPERA DE QUE HICIERAN ALGO POR ELLA POR PARTIDA DOBLE
En esta publicación os vamos a explicar lo que sabemos de la historia de Yara, una perrita que estuvo esperando en la entrada de un portal a que alguien se apiadara de ella y lo qué pasó más tarde en la protectora.
Para poneros en contexto y os hagáis una idea, cada semana nos llegan avisos de gente que nos escribe diciendo que han visto a un perro abandonado cruzando la carretera, un perro que ronda por las calles de la ciudad y no se deja coger, un perro en un pueblo que ha huido a través del campo y así, un largo etcétera. En la mayoría de casos, nosotros no podemos hacer nada. No podemos dejar nuestras vidas (con trabajos, familia…) y ponernos a buscar a un perro que ni tan siquiera se sabe dónde está, porque la persona que nos ha escrito solo lo ha visto de pasado y no sabe casi ni de qué color es, ni si tiene las orejas largas, el rabo corto o el hocico alargado. Lo que queremos decir con esto es que no somos supermen y superwomen y no podemos salvar a todos y cada uno de los perros abandonados que rondan por ahí, OJALÁ todo fuera más fácil para nosotros y cambiaran las leyes que atañen al abandono y responsabilidad animal pero eso es otro tema a tratar….
Dicho esto, vamos a empezar por el principio de lo que pasó con Yara, al menos desde el momento en que supimos de su existencia. Era un día entre semana, un miércoles para ser más exactos, y como en muchas otras ocasiones, ese día recibimos un mensaje de facebook pidiendo ayuda. Este era uno de esos casos en los que era fácil poder coger al perro abandonado ya que estaba a merced de cualquiera que pasara por allí. Ese día nos comunicaban que había una perrita en la entrada de un portal que llevaba casi una semana allí esperando a sus “supuestos” dueños, unos “okupas” que se habían ido y la habían dejado allí en el mismo edificio y nos pedía la chica que nos escribió que, por favor, hiciéramos algo.
Punto uno que tenemos que tener en cuenta cuando recibimos este tipo de aviso; no siempre tenemos sitio en la protectora (ya que tiene una capacidad limitada) para que entre un nuevo perro o gato, con lo cual muchas veces no depende de nosotros poder ayudar a otro animal. Punto dos, nosotros somos voluntarios con nuestras vidas personales y dedicamos nuestro tiempo libre a los animales. Por tanto, no podemos ir de aquí para allá acudiendo a todos los avisos que nos dan porque nos volveríamos locos. Volviendo al tema, una vez recibimos y vemos que tenemos sitio para que entre esta perrita que vete tú a saber cuántos días lleva ahí sola, se lo comunicamos a la chica que había dado el aviso y le pedimos que nos la traiga a la protectora. Su respuesta: no puedo que entro a trabajar. Comprensible, todo el mundo tiene un trabajo al cual acudir. Le decimos que en cuanto tenga un momento libre nos la acerque, su respuesta: voy muy liada, no tengo tiempo en mi día a día y una larga lista de excusas. El simple hecho de dar un aviso, no ayuda. El simple hecho de decir que estas muy preocupado por un animal que llevas viendo durante una semana abandonado en un portal y que se nota que está pidiendo ayuda, no nos sirve. Es muy fácil preocuparse por ellos sentado en el sofa escribiendo un mensaje pero y después ¿qué? No se puede pasar el muerto a una asociación privada que se gestiona por voluntarios y quedarse uno tan tranquilo. Llega un momento que estamos realmente saturados y no nos da la vida para acudir al rescate de todos los avisos que se nos dan, si las demás personas no ponen de su parte.
Cuando vimos que la chica que dio el aviso no iba a mover ni un solo dedo para poner a salvo a Yara, entre las excusas que puso y que dio el aviso una semana después de ver a esa pobre perrita espetando en el portal… Pues una de nuestras voluntarias más dedicadas a la causa cogió su coche en cuanto salió de trabajar y se fue pitando al pueblo a buscarla. Ella estaba en el mismo sitio que nos dijeron esperando a que un ángel la salvara y allí estaba nuestra super voluntaria al rescate. Con lo que queremos decir con esto es que no es lo normal que se tengan que hacer cargo los mismos de siempre, que cuando se da un aviso es porque realmente se quiere poner a salvo a ese animal y no para pasar el muerto a otra persona que tiene la misma vida que seguramente tienes tu. Necesitamos personas comprometidas y no personas que den un aviso y se desentiendan totalmente y con ello se crean que han salvado a un animal. Entre todos podemos hacer que mejoren la vida de los animales abandonados, atados, maltratados… pero debemos de ser proactivos y comprometidos con la causa para que ellos puedan llegar a tener una segunda oportunidad y vivir con unas condiciones dignas.
Dicho esto, vamos a la segunda parte de la historia de Yara. Además de esperar a que hicieran algo por ella en ese pueblo, Yara ha vuelto a sentir el abandono en sus carnes. Os explicamos…hace unos días pensamos que Yara había encontrado su familia definitiva, esa familia que por fin la haría feliz y que con ella no volvería a sufrir el abandono. Pero ¿sabéis qué? a los días de llevársela ya la devolvieron a la protectora. Yara era una perrita para la madre de un chico, el cual tenía un perro. Se ve que Yara no aceptaba al perro del hijo (difícil de entender porque en la protectora sale al patio con más de 15 perros a la vez y no ha tenido problema alguno desde que esta aquí, pero bueno…) y ¿cuál fue la solución más rápida? (y tan rápida), devolverla al cabo de 4 días. Suerte que nos dijeron que su madre se había encariñado de Yara, que la querían llevar a la pelu, que hacia sus necesidades en la calle pero claro era algo territorial con la otra perrita... En fin, nosotrxs realmente no dábamos crédito porque no entendíamos el interés que habían mostrado por ella, las prisas por querer llevársela, hasta escribieron a través de todos los medios que tiene la protectora (facebook, email…) porque querían que Yara fuera para ellos y punto, contestaron el cuestionario rapidísimo no fuera el caso que otros se les adelantaran, en fin... Y ya lo más flipante de todo fue cuando revisamos el cuestionario pre-adpción. Una de las preguntas que hacemos es: ante una inadaptación o problema de comportamiento en el animal que adopte, ¿qué haría usted?, y su respuesta literal fue: lo intentaríamos solucionar, evidentemente. Todo tiene solución menos la muerte. Soy muy consciente de lo que comporta tener un perro y hay gente muy irresponsable que solo ve un cachorro, se enamoran y no saben lo que comporta. Nos da a nosotrxs que son ellos mismos los que no han sabido gestionar la adaptación de Yara al que era su nuevo hogar.
Yara ha tenido la suerte de que otra familia se interese por ella y pueda por fin encontrar la felicidad. Yara, puedes estar tranquila, esta vez estamos segurxs que vas a estar cuidada de verdad y que van a darte el amor que tanto te ha faltado.