Ficha de LADGERDA
en adopción- Nombre LADGERDA
- Clase Gato
- Desde 1-6-2021
- Sexo Hembra
- Edad 6 años y 10 meses
- fecha de nacimiento 1/2018
- Raza Común Europeo
- Tamaño Mediano
- Localidad Lleida (Lleida)
- ID 1810
Descripción
LADGERDA LA VIKINGA
Ladgerda es una gata absolutamente vikinga, llegó a la protectora después de parir una y otra vez en la calle, hasta que un día una persona se apiadó de ella porque la vio preñada de nuevo y lo que pasa muchas veces, pueden alimentarlos pero sus conocimientos y sus recursos no llegan a más, y ya es mucho, al fin y al cabo hacen de forma totalmente gratuita algo que por ley le corresponde a los gestores públicos.
Venía preñadísima, tanto que tuvo a siete pequeños, pero a pesar de nuestros esfuerzos y los suyos no todos salieron adelante. Ellos ya tienen familia, pero Ladgerda lo tiene un poco más difícil, aunque no imposible, se acercan esas fechas que ablandan corazones y quién sabe… Ella no se deja tocar, cuando estuvo en cuarentena pudimos manipularla para todo lo necesario, pero desde que la trasladamos a una habitación mantiene la distancia, eso sí, a la cita de la lata y las chuches no falla nunca, de ahí lo guapísima que es y está.
Con gatos reservados como ella nos pasa siempre lo mismo, por desgracia no tenemos ni tiempo ni manos suficientes para crearles una rutina y un círculo de confianza que les ayude a dar el paso a un contacto más cercano, pero sabemos por otros colegas que han salido antes adoptados que es cuestión de tiempo, en un entorno seguro en semanas pueden sorprendernos no solo dejándose tocar, algunos cambian de forma absolutamente asombrosa como ha pasado con Mérida, Kansas, Vladimir, Toni y otros.
Es un reto, sin garantías pero que es lo peor que puede pasar, ¿qué sea una gata visual? Pues tampoco está nada mal, su belleza, su discreción, su elegancia y su mirada misteriosa también son un gran atractivo.
Convive con diez gatos más y ella jamás ha tenido ni un medio miau con nadie, tiene sus mejores amigos, pero siempre ha sido una buena anfitriona.
Ella está en programa de “Adopta a un gato rancio” y su adopción solo comporta el coste del cambio de nombre del chip pero se entrega con su cartilla veterinaria al día: test, vacunas, desparasitación, chip y por supuestísimo esterilizada.
Adoptar también es ayudar a un animal que lo necesita y ayudar a un centro como el nuestro a dinamizar su censo y así poder acoger a otros.
Ladgerda es una gata absolutamente vikinga, llegó a la protectora después de parir una y otra vez en la calle, hasta que un día una persona se apiadó de ella porque la vio preñada de nuevo y lo que pasa muchas veces, pueden alimentarlos pero sus conocimientos y sus recursos no llegan a más, y ya es mucho, al fin y al cabo hacen de forma totalmente gratuita algo que por ley le corresponde a los gestores públicos.
Venía preñadísima, tanto que tuvo a siete pequeños, pero a pesar de nuestros esfuerzos y los suyos no todos salieron adelante. Ellos ya tienen familia, pero Ladgerda lo tiene un poco más difícil, aunque no imposible, se acercan esas fechas que ablandan corazones y quién sabe… Ella no se deja tocar, cuando estuvo en cuarentena pudimos manipularla para todo lo necesario, pero desde que la trasladamos a una habitación mantiene la distancia, eso sí, a la cita de la lata y las chuches no falla nunca, de ahí lo guapísima que es y está.
Con gatos reservados como ella nos pasa siempre lo mismo, por desgracia no tenemos ni tiempo ni manos suficientes para crearles una rutina y un círculo de confianza que les ayude a dar el paso a un contacto más cercano, pero sabemos por otros colegas que han salido antes adoptados que es cuestión de tiempo, en un entorno seguro en semanas pueden sorprendernos no solo dejándose tocar, algunos cambian de forma absolutamente asombrosa como ha pasado con Mérida, Kansas, Vladimir, Toni y otros.
Es un reto, sin garantías pero que es lo peor que puede pasar, ¿qué sea una gata visual? Pues tampoco está nada mal, su belleza, su discreción, su elegancia y su mirada misteriosa también son un gran atractivo.
Convive con diez gatos más y ella jamás ha tenido ni un medio miau con nadie, tiene sus mejores amigos, pero siempre ha sido una buena anfitriona.
Ella está en programa de “Adopta a un gato rancio” y su adopción solo comporta el coste del cambio de nombre del chip pero se entrega con su cartilla veterinaria al día: test, vacunas, desparasitación, chip y por supuestísimo esterilizada.
Adoptar también es ayudar a un animal que lo necesita y ayudar a un centro como el nuestro a dinamizar su censo y así poder acoger a otros.
