Ficha de YUBA

Yuba y Bangkok también necesitan una familia que les ayude a confiar en los humanos, porque hasta que llegaron a la protectora, todos los que habían conocido solo las miraban con indiferencia, algunos incluso con desprecio y para otros ni siquiera entraban en su ángulo visual. Esa es la vida de los gatos que nacen, crecen y sobreviven en la calle.
Ellas tuvieron suerte y una persona se dio cuenta de su existencia y la de toda su familia, por lo visto vivían en una torre pero a la dueña de la propiedad la ingresaron y la que creemos que es su madre (Kampala) y sus cuatro hermanos, salieron a buscarse la vida en unos contenedores próximos a su “antigua casa”. Ellas todavía son un poco desconfiadas con las personas, al principio nos bufaban solo vernos, pero desde hace unas semanas son de las primeras en acercarse a la puerta cuando detectan humanoides por sus dominios, y bueno, en cuanto huelen la lata o el jamón habibi te pueden hacer hasta la danza del vientre.
Lo ideal y ya casi un sueño, teniendo en cuenta que apenas hay adopciones gatunas, sería que saliesen adoptadas juntas con una familia o un single que tuviese un poquito de paciencia con ellas, y en semanas se convertirían en dos bellezas cariñosas y cercanas. En la prote poco a poco lo conseguiremos, pero tenemos más de 60 gatos a nuestro cargo y el tiempo y las manos dan para muy poco con cada uno.
Yuba es la de color negro con la pajarita blanca en el pecho y Bangkok es la romana. Ambas están vacunadas, testadas de FeLV-FIV, chipadas y con su cartilla veterinaria al día, la esterilización está incluida en las condiciones de la adopción. Si quieres llenar tu hogar de vida, risas, carreras y tardes de manta, peli, gatas y sofá, piensa en darles una oportunidad.
Adoptar es mucho más que llevarte un animal a tu casa, es un compromiso que te convierte en colaborador directo de una causa como la nuestra que tiene como único objetivo, luchar contra el maltrato y el abandono y educar en la tenencia responsable de perros y gatos.