CUIDADO CON LA PROCESIONARIA

07-02-2021

La falta de lluvias y el aumento de las temperaturas ha hecho que la aparición de la oruga procesionaria se adelante este año, pero no por unos días, sino casi en un mes. No es extraño ver ahora grandes bolsones blancos en las ramas de los pinos. Teniendo en cuenta que es una oruga que puede llegar a matar a nuestros peludos, tenemos que extremar las precauciones.

Os dejamos a continuación información general acerca del momento más crítico de su ciclo biológico para nuestro perrete, como le puede afectar, qué hacer en caso de contacto y otras curiosidades que no está de más conocer.

SU CICLO BIOLÓGICO

Conocer su ciclo biológico nos ayuda a saber que momento de su vida es el más peligroso para nuestro peludo.

Durante los primeros meses del año, de enero a abril, dependiendo de la temperatura de las zonas, las larvas salen de los nidos y descienden de los pinos en su característica fila india hasta llegar al suelo, considerado por ellas un lugar seguro donde poder enterrarse y así seguir desarrollándose para salir convertidas en mariposas durante los siguientes meses de calor (entre mayo y junio).

Es justo en este momento, durante el descenso, donde la procesionaria es más peligrosa para nuestras mascotas, ya que pueden tener contacto directo con ellas. No olvidemos que los perros son unos curiosones por naturaleza y tienen que inspeccionarlo todo.

El problema es que estas orugas al sentirse amenazadas desprenden de sus pelos urticantes una sustancia venenosa muy peligrosa. Lo vemos a continuación.

CÓMO AFECTA A NUESTRO PELUDO

El efecto que provoque en nuestro animal dependerá del grado de contacto que tenga con la oruga. Las situaciones más habituales suelen ser cuando nuestro peludo las huele o las toca, hecho suficiente para que el bichito se sienta amenazado.

Como no siempre nos daremos cuenta de que este contacto haya ocurrido, es importante conocer las evidencias que nuestro perro presentaría en caso de que este se hubiera producido.

☑️Nerviosismo, comportamiento inquieto o malestar general.

☑️Excesiva salivación, vómitos y dolores. Es posible que si se la ha intentado comer la cavidad bucal este intoxicada, produciendo con ello estos síntomas.

☑️Irritación y dermatitis: especialmente en zonas como las almohadillas de las patas, el hocico o la cara. La piel también puede verse afectada en este sentido.

☑️Inflamación de las mucosas, la lengua, el hocico o la cara.

☑️Picores y excesivo rascado: debido a la alergia y el efecto urticante del veneno.

☑️Conjuntivitis aguda: en el caso de que el contacto se haya producido en los ojos del perro. También puede observarse hinchazón en el párpado.

☑️Dificultades respiratorias: en el caso de que el veneno alcance el esófago y el estómago. El cuello se hincharía lo que provocaría dificultades en su respiración.

¿QUÉ HACER EN CASO DE QUE MI PERRO TENGA CONTACTO CON LA ORUGA?

Aunque evitemos cualquier riesgo o exposición de nuestras mascotas a la procesionaria, siempre puede producirse un contacto inesperado accidentalmente. En estos casos no solo es importante saber identificarlo, sino también el actuar a tiempo.

¿Qué haremos?

Es importante retirar con cuidado cualquier resto de oruga que haya podido quedar en nuestro peludo, ya sea de la boca en caso de haber querido ingerirla o ya sea en cualquier otra parte del cuerpo. No hay que olvidar que sus pelos urticantes también nos afectan a nosotros por lo que hay que intentar no tocarla directamente.

Evitaremos que nuestro perro se extienda el veneno hacia otras partes del cuerpo, ya sea rascándose, tocándose o lamiéndose.

Y lo más vital, esencial e importante: Correremos a un veterinario de urgencia para que le administren el tratamiento adecuado.

No hay que olvidar que nuestro mejor amigo puede sufrir desde una inflamación e irritación, hasta una reacción alérgica grave o necrosamientos que pueden llegar a causarle la muerte si no se tratan a tiempo.

CONSIDERADA UNA PLAGA

Es conveniente saber que esta oruga está catalogada como una plaga en nuestro país, por lo que existen diferentes métodos de control que llevan a cabo los forestales y diversos ayuntamientos.

Entre ellos, los más habituales son, la destrucción de los bolsones, tratamientos con insecticidas, empleo de trampas de feromonas, instalación de barreras físicas… En general, existen tratamientos para cada etapa de su ciclo biológico.

Con esto queremos decir que si observas la presencia de nidos o/y orugas en zonas de tu ciudad, no dudes en avisar a tu Ayuntamiento para que proceda a su eliminación.

Por otro lado, comentar que existe una página web en el que los propios usuarios indican las zonas afectadas por procesionaria en los bosques catalanes. Una herramienta muy útil para saber donde NO ir con tu peludo, y advertir a otros usuarios de la situación.

Os dejamos el enlace a continuación: http://www.alertaforestal.com/es/alertas/procesionaria/

TERMINANDO...

La prevención es la mejor arma contra la procesionaria. Observa y evita aquellas zonas de pinos, robles y encinas que presenten las típicas bolsas blancas que forman las orugas.

Mantenernos alerta durante los paseos evitará sufrimientos innecesarios a nuestra mascota, y a nosotros mismos por su bienestar.