COMO ELEGIR EL MEJOR ALIMENTO PARA NUESTRA MASCOTA

04-04-2021

Bienvenidos de nuevo a nuestros peludiconsejos. Hoy os traemos un peludiconsejo dedicado tanto a perros como a gatos... ¡la alimentación de nuestras queridas mascotas!.

Somos responsables de su alimentación, y con ello, de las consecuencias que tendrá en la salud y el bienestar de nuestro peludo. La dieta tiene un papel fundamental en su vida, al igual que en la nuestra, y es imprescindible proporcionarle una comida de calidad.

No es suficiente alimentar a nuestra mascota con un pienso que le sacie y le proporcione los nutrientes básicos. Es por ello, que los veterinarios suelen advertir de que la elección de un mal pienso puede conllevar a la larga problemas de salud, como puede ser de daños en el hígado y/o riñones, obesidad, cálculos, alergias y/o intolerancias...

Una alimentación de calidad tendrá todos los nutrientes necesarios, buenos ingredientes, una formulación equilibrada, de buena digestión y con buen aprovechamiento de los nutrientes. No es lo mismo una proteína procedente de carne fresca que otra procedente de subproductos de origen animal, explicaremos la diferencia más adelante.

Los alimentos de menor calidad suelen sustituir la proteína por grasas, por lo que a nuestras mascotas les suelen gustar más. Pero es igual que si comparamos un plato de verduras con un revuelto de chorizo con patatas fritas…¿Qué es más saludable…?

Y sobretodo, no os dejéis engañar por los piensos de colores… ¿Acaso los macarrones de colores saben a verduras?

Entonces, ¿CÓMO ELEGIMOS EL MEJOR ALIMENTO PARA NUESTRA MASCOTA?

Lo primero de todo… olvídate del precio, de anuncios y de marcas comerciales. A veces relacionamos una marca como buena sólo porque ha hecho cuatro anuncios más en televisión… puro marketing, como los macarrones de colores.

Lo segundo… Debemos saber que los gatos son carnívoros estrictos y los perros carnívoros adaptados, por lo que los primeros ingredientes deben ser SIEMPRE de origen animal (y especificar qué tipo de carne es) y no vegetal.

Dicho esto, pasemos a interpretar la LISTA DE INGREDIENTES

Como en el caso de nuestros productos alimenticios, la lista de ingredientes viene ordenada de mayor a menor. Es decir, el primero será el componente principal del pienso, el que tiene que ser el bueno... Ale, ya hemos descartado unos cuantos, esto parece el juego del Quién es Quién…

¿El primer ingrediente es maíz? PLAS!, descartado.

Una buena lista de ingredientes, además de indicar que el primer componente es carne o pescado, debería especificar el estado del producto (deshidratado, fresco, criogenizado a lo Walt Disney…), su porcentaje y que tipo de carne/pescado es.

Vamos a hacer un pequeño inciso en el “estado del producto” porque es importante saber diferenciar.

Por ejemplo, ante un pienso que nos dice que tiene un 60% de carne fresca y otro que solo tiene un 30% de carne deshidratada ¿Cuál elegirías?... Claro, el del 30%. Esto es debido a que en la carne fresca un 70% es agua, por lo que aplicando el cálculo, en realidad solo tendría en torno al 20% de carne, mientras que la deshidratada es 100% carne.

Seguimos con el estado del producto…

Si indica proteínas de carne, significa que es carne en menos cantidad que si es fresca o deshidratada, mezclada con vísceras, a excepción de los intestinos.

En el caso de ser hidrolizado, significa que la proteína ha sido cortada en partes más pequeñas para evitar posibles alergias alimentarias.

Si especifica “harinas de carne” ya podemos empezar a torcer el morro. Significa que han añadido partes con menos carne junto con hueso molido. Y ya si pone subproductos entonces mira corriendo hacia otro lado. Suelen ser partes descartadas para consumo humano (picos, uñas, cadáveres…). Un buen pienso nunca tendrá subproductos.

Cuanta más variedad de fuentes principales, mejor será el pienso. Mejor será uno que diga que es de lubina y trucha, que uno de lubina y maíz.

Por otro lado, ojo con los cereales, estos suelen añadirse para abaratar costes, por lo tanto es algo que debemos evitar. El maíz y el trigo suelen ser los más habituales, y hay que decir que no son muy digeribles por nuestros peludos. En todo caso solo el grano de arroz.

Otros ingredientes a favor para escoger un pienso serían: grasa de pollo, ácido linolenico, omega6, omega3, grasa de pescado, arándano, manzana, huevos, romero, levadura, lecitina, vitamina E (para que no se enrancie el alimento), prebióticos...

Pero aquí no acaba la cosa, pasemos ahora a hablar de la DIGESTIBILIDAD.

La digestibilidad nos da la clave, ya que es la facilidad de un alimento para ser digerido y asimilado por el organismo. Un alimento con alta digestibilidad, satisfacerá tanto los requerimientos energéticos como nutricionales de nuestro peludo.

Más allá de lo escatologico, esto se ve muy bien en la forma de las cacas. Un alimento de baja digestibilidad generará cacas pastosas, ya que trozos de alimento son arrastrados junto con agua, y más voluminosas y olorosas de lo normal. Mientras que un alimento de alta digestibilidad proporcionará perfectos mojoncitos, compactos, consistentes y bien formados.

SI.. esto está muy bien, pero seguro que estáis pensando…Hablanos de porcentajes! POOORCENTAAAJEEES. oookkkk…. ¿Cuáles serían los porcentajes ideales? Según veterinarios y sin diferenciar entre perros y gatos sería:

Una proporción de carbohidratos menor al 30%.

La proteína debe ser abundante, entre el 25-30% del total.

Calcio y fósforo en proporción 1:1 y 2:1

Cenizas (o material mineral) deben estar entre el 5-10%

Humedad: Lo normal en los piensos es un 8-10%

y respecto a las grasas, se recomiendan las grasas insaturadas, debido a su palatabilidad. Es decir, pienso que sabe rico pero que no engorda tanto.

En el caso específico de los gatos habría que hablar de la presencia de taurina, un aminoácido esencial que no son capaces de producir, por lo que debe introducirse en la dieta. Los gatos necesitan niveles de proteína hasta 5 veces superior a los perros, vitaminas A, D y del grupo B.

Hay que tener en cuenta que tanto para perros y para gatos, cada animal en cada momento de su vida y en función de sus características individuales requerirá más un tipo u otro de alimento. No es lo mismo las necesidades de un cachorro que las de un abuelito.

Por otro lado, existen alimentos especializados en caso de que nuestro peludo sufra de alguna patología como puede ser artrosis, epilepsia, enfermedades cardíacas, hepáticas o de riñón… No se usan como tratamiento único pero son de gran ayuda.

Por lo tanto, adecuaremos su alimentación a sus necesidades, intentando siempre proporcionarle alimentos de buena calidad. Por nuestro peludo, por su salud y por su bienestar.